Crónica de una gestión social de la pandemia

Crónica de una gestión social de la pandemia

Recuerdo que cuando vi en los medios de comunicación poco después del 11 de enero que los investigadores chinos compartían la secuencia genética del virus para hacer pruebas, pensé, bueno, eso fue sólo una falsa alarma, ahora podemos probar y tratar un gran número de pacientes antes de que surjan complicaciones.
Los investigadores europeos y americanos pueden trabajar sobre la base de los resultados publicados por los chinos, se trata de pruebas bastante clásicas, los virus corona no son completamente desconocidos para nosotros.
Entonces, nos organizaremos, ya que sabemos que algunas personas son más frágiles las protegeremos, no las dejaremos solas, por ejemplo las personas que se someten a pruebas regularmente vendrán y les traerán no sólo comida sino también un poco de ayuda moral, haremos todo lo posible para que se respeten sus lugares de residencia cuando les ofrezcamos si lo necesitan y desean refugiarse en hoteles que estarán desocupados ya que definitivamente no es el momento de viajar.

Será un buen ejercicio, podremos frenar la actividad, reducir los viajes y los lugares de reunión de los grupos para preservar nuestros espacios de encuentro. ¿Qué puede ser más importante en una crisis que conocer a la gente en la que confiamos? Para eso están los lugares de los barrios, los cafés locales, los parques, los centros sociales. No son necesariamente lugares de paso, los que por supuesto estarán cerrados, pero son lugares asociativos, pueden ser más bien lugares de solidaridad y ayuda mutua o podríamos organizar puntos de intercambio de información y distribución de equipo de protección y remisión a pruebas.
Sí, por supuesto, se habría tenido cuidado de mantener en reserva suficiente equipo de protección para permitir interacciones respetuosas y consentidas dentro de los grupos de personas en los que se confía, por lo que la cuestión de la protección de los demás y la detección está cambiando, ya no se trata de participar en un gran movimiento nacional, sino de proteger a los que se quiere, se apoya y se depende.

Por supuesto que necesitamos organizaciones más amplias, pero se basan en la confianza. No nos faltan espacios para aislar cómodamente a los enfermos, hay edificios enteros, cuyos habitantes se han ido, vacíos en las zonas altas de la cuidad donde se puede organizar la solidaridad. Tenemos un ejemplo en la historia, en la ciudad de Florencia en el siglo XIV durante la peste negra cuando todos los notables se fueron los ciudadanos recuperaron el control de la ciudad, ahora estos poderes son controlados a distancia, son drones y policías armados, son ellos que limitan nuestra organización.

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